La India sigue siendo una gran oportunidad de inversión
La India se constituye en la quinta economía del mundo, acercándose rápidamente a Japón y Alemania. Está superando a China en población, exhibe un gran desarrollo tecnológico, enorme mano de obra calificada y un fuerte crecimiento del PIB, todo ello dentro de un entorno macroeconómico relativamente estable.
La tesis de inversión en la India, que se maneja desde hace algunos años, sigue intacta, y ha sido acatada con gran éxito por multitud de empresas que hoy están ganando importantes cuotas de un mercado en crecimiento.
Si bien se tilda al gobierno indio de institucionalmente frágil y excesivamente proteccionista, debe tenerse en cuenta que le toca lidiar con la gran desigualdad social que emerge tras la expansión demográfica en su vasto territorio. La subida de los tipos de interés -que es parte de un fenómeno mundial- ha golpeado sin duda a la población. La balanza exterior de la India sigue siendo un tanto precaria debido a la caída de las exportaciones y a los precios relativamente altos de la energía -la India es un importador neto de petróleo. Sin embargo, la inflación ha disminuido en los últimos meses hasta niveles manejables, y la rupia india parece salir del período de fuerte devaluación.
Inversión planificada en infraestructura
Por otra parte, se considera muy positiva la política gubernamental que ha redoblado una vez más su impulso a la inversión pública. Entre las principales iniciativas gubernamentales destaca la inversión planificada en infraestructura en los siguientes sectores (en orden del monto de inversión): carreteras, ferrocarriles, industrialización de puertos, desarrollo de puertos, aeropuertos, corredores industriales, smart cities. El monto destinado a estas inversiones suma unos 1.5 billones de dólares.
Una de las obras insignia en La India es Ciudad del futuro: Delhi Aerocity, realizada por la empresa Prestige Estates. Representa un nuevo concepto urbanístico en el que las empresas están construyendo centros comerciales alrededor de los aeropuertos.
Prestige Estates es un excelente ejemplo de éxito empresarial: cuenta con una buena cartera de proyectos en desarrollo y para el futuro, que incluye propiedades residenciales y comerciales. Tras sus proyectos en el sur de la India, la empresa conquista otros estados, como Bombay. Es de notar que los tipos de interés más altos no han impedido que la población compre casas. La construcción del enorme complejo de Prestige en Delhi Aerocity avanza a buen ritmo.
Las áreas de inversión que se consideran más promisorias son la de infraestructura, electrificación, energías renovables, telecomunicaciones, transporte, biotecnología, retail, desarrollo de software y turismo.
Pensando en invertir en La India
La correcta forma de entrada en el país para los inversores es una decisión importante. Aunque recurrir a un socio local no es una obligación legal en todos los casos, es muy conveniente, al menos en la fase inicial de inversión. Dada la magnitud del país, y la singularidad cultural, un socio y la asesoría local resultan claves.
La ubicación del proyecto es otro tema importante. Los gobiernos de los 18 estados tienen gran autonomía y las regulaciones, tasas y peajes en el tráfico de bienes y servicios entre estados es un factor a considerar. En general, la industria de maquinaria pesada se concentra más en las regiones oeste y sur, mientras que las regiones norte y este se centran más en los bienes de consumo.
La India sigue siendo una atractiva oportunidad de inversión. Tiene un gran mercado de consumo, una población predominantemente joven y una clase media en expansión con niveles crecientes de riqueza y renta disponible. Una economía cada vez más digitalizada, con más de 450 millones de usuarios de Internet. Los cambios en la política de inversiones están contribuyendo a sostener un atractivo crecimiento de los beneficios y una notable recuperación de la rentabilidad de la renta variable.